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martes, 22 de julio de 2014

Mi primera experiencia con Hidrohide

Como definirlo... primero tuve que concienciarme para meterme en el traje de neopreno con una temperatura de 35 grados en el ambiente, uffff... hasta que me metí ni os cuento y una vez dentro lo único que deseaba era salir corriendo al agua porque me moría de calor, me costó llegar con el hidro al agua, y eso que llevaba ayuda, jajjajaja cualquier día tendré que comprarme un remolque para todos los trastos fotográficos. Por fín estoy en el agua, tengo el hidro delante y ahora que... pues ale empiezo a andar por el agua, y no llevo recorridos 3 metros y oigo voces desde la orilla "vamosss tiraros al agua que vais a espantar a los bichos", pues nada al agua patos, ¿que era difícil llevar el hidro hasta el agua? eso no es naaa comparao con lo que significa intentar moverlo e intentar moverte tu en 10 cm de agua jajajaja, los pies se me hundían en el fango hasta el tobillo, me recordaba a mi niñez cuando nos metiamos en cualquier pantano que pillabamos y nos daba igual el cieno que hubiese el caso era bañarse y divertirse.

    Como veía unas cuantas garzas al fondo pues te animas y con la puntita de los dedos intentas reptar, porque eso es lo que haces reptar, tomé postura de serpiente, de rana, apoyandome con las ancas, de rodillas, en fin, más posturas que en el kamasutra jajajaja, para ir avanzando a la posición deseada. 

       A mitad de camino me daban los siete males, que calor, que dolor de hombros intentando sujetar al hidro para que no se fuera a su aire y me abandonase en medio del pantano jajajaja, por fin veo una cigüeñuela y pienso: bueno, voy a hacer un alto fotografiando a la cigüeñuela antes de llegar a las garzas, asi compruebo que tal se me da. ¿Foto? qué foto... si no sabía si atender a la cámara, al agua que intentaba trepar al hidro cuando me apoyaba sobre él para alcanzar el visor o atender a la cigüeñuela que no paraba de moverse de un lado hacia otro, ¿o era yo la que no paraba de moverme?, ahora entiendo al amigo Ramón cuando decía que se mareó, madre mia..... me preguntaba si llegaría en algún momento a alcanzar las garzas, me parecía que estaban a años luz de mi jijiji.

    Por fín casi llego a la altura de las garzas y de pronto veo a unos crios en una canoa, aleeeee a tomar por saco las garzas. Extenuada decidí vararme donde estaba y ohhhh que suerte, las garzas que se habían volado con la cano se posaron a mi izquierda, !!!biennnnnnn!!!!, entre la emoción y el movimiento del hidro las primeras fotos fueron un auténtico desastre, no es que las demás sean muy buenas pero al menos conseguí que el hidro se estuviera quieto y yo también jajajaja.

     A partir de aquí todo fue emoción, tener la garza tan cerquita y poder fotografiarla fue una experiencia única, no sé si me gustó más observarla desde tan cerca o hacerle fotos, o ambas cosas seguramente. Acabé agotada con la experiencia pero satisfecha de haberlo conseguido. Os dejo alguna foto del momento.










 







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